
De la pluma de: Antonio Rodríguez Pazos
Ayoví viajó desde su tierra natal hasta Guayaquil para llegar al Rocafuerte FC. Fue allí cuando lo seleccionaron para jugar en el Campeonato Sudamericano sub 17 desarrollado en Uruguay. Luego del Sudamericano.
Es de aquellos jugadores que siempre le ha gustado ganar y aunque sabe que en la vida no siempre se puede, lo intenta; eso es importante para él.
Nunca le ha gustado ser la figura en ningún equipo en los que ha jugado, simplemente trabaja porque cada día hay retos.
Considera que con el paso de los años se ha convertido en una mejor persona, un mejor hijo, mejor esposo, mejor padre, amigo, compañero. Y está orgulloso de poder ayudar a su familia con las cosas materiales que ahora posee y que disfruta, porque cuando era niño debía colaborar en la actividad del negocio de flores albinas, y solo podía jugar fútbol cuando se escapaba.
Tenía un talento innato y sobre todo era un jugador zurdo, un recurso escaso en Ecuador. Además, desde pequeño siempre tuvo velocidad y reacción.
Walter Orlando Ayoví Corozo nació en la localidad de Camarones, provincia de Esmeraldas, el 11 de agosto de 1979. Juega de volante lateral o lateral izquierdo, pero se lo conoce por sus tiros potentes con su ‘tercera pierna’.
Sus amigos lo llaman «Sargento», «Black mamba», «Pierna sin rodilla», «Chaironman», «Domador de anacondas tuertas», «Tripie», «Chaira Grande», «Mandingo», «Sobrino de Johny Laboriel», «Eddy Murphy», «50 Cent», «El elegido» y «Deja surcos».
Ayoví viajó desde su tierra natal hasta Guayaquil para llegar al Rocafuerte FC. Fue allí cuando lo seleccionaron para jugar en el Campeonato Sudamericano sub 17 desarrollado en Uruguay. Luego del Sudamericano.
Comenzó de lateral izquierdo, pero con el pasar de los partidos también lo fueron ubicando de volante lateral. Después fue a jugar al Club Sport Emelec, donde debutó en primera división en el año 2000 y quedó campeón en 2001 y 2002.
A inicios de 2003 pasó al Barcelona de Guayaquil, pero ese mismo año dio su primer salto internacional al militar en el Al Wasl Sport Club de los Emiratos Árabes Unidos. Regresó al siguiente año a Barcelona, para luego jugar en El Nacional, este fue su último equipo ecuatoriano, ya que desde el Torneo Clausura 2009 (México) llega al Club de Fútbol Monterrey donde jugaría la mayoría de los partidos.
Gracias a sus destacadas participaciones en el campeonato ecuatoriano, en 2001 fue convocado por primera vez para disputar un torneo oficial, la Copa América. En 2002 fue parte de la selección ecuatoriana que disputó el Mundial en Corea-Japón, aunque no jugó.
Ha sido internacional con la tricolor en más de 60 ocasiones. Debutó en junio de 2001 en un partido amistoso ante Estados Unidos.
Dentro del equipo de todos, sus compañeros lo conocen como una persona solidaria y alegre. En cambio, en la cancha se lo ve como un jugador cumplidor con la táctica que disponga el entrenador. Aunque Rueda lo ubica como lateral zurdo y en sus clubes lo hace como volante a Ayoví no le incomoda esta posición al contrario dice que está para servir al equipo y a sus compañeros.
El esmeraldeño es quien ahora luce la banda de capitán en el combinado ecuatoriano. Es ahora en la era de Reinaldo Rueda que asumió ese compromiso luego de una reunión grupal.
El estratega ha visto en este jugador a un hombre maduro que tiene su recorrido, es muy familiar y también tiene ascendencia con sus compañeros. Tiene un liderazgo diferente al de Christian Noboa o al de Édison Méndez. Además, es un jugador con continuidad, muy comprometido. El capitán de la ‘Tri’ asegura que están conscientes de la responsabilidad que tienen de hacer las cosas bien siempre.
Pero no solo el fútbol es la pasión del ‘Sargento’, por su carácter muy alegre y tranquilo el jugador gusta de la música, de los ritmos latinos, en especial la salsa, sobre todo del Grupo Galé, canciones que escucha en todo momento.
También le gusta coleccionar camisetas de equipos de fútbol y cuenta con una gran cantidad de ellas, además compra y colecciona perfumes y zapatos. Y si de comida se trata prefiere los mariscos y el jugo de naranja.
Considera que hoy en día todos los jugadores deben de ser polifuncionales, aprender a jugar en distintas posiciones, tener la facilidad de jugar donde el técnico se lo pida; de pronto no se pueda jugar el mejor partido, pero sí dar el mayor esfuerzo y aportar en algo para el equipo o selección que representes.
‘Wayoví’, como también le dicen, por el momento no piensa en el retiro, pero si le tocara hacerlo quisiera que fuese el Rocafuerte FC, equipo donde se inició, o cualquier club ecuatoriano donde haya posibilidades.
Además, le gustaría ser técnico de la selección de su país y levantar una Copa del Mundo. Para eso debe aprender mucho, aunque todos los días aprende algo nuevo.
Hoy sigue campante en el balompié mexicano. Hasta cuando…no sabemos
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